En Mazda buscamos todas las maneras posibles de hacer la conducción más emocionante. Por eso hicimos al MX-5 liviano y con tracción trasera. Cuando el conductor se sienta detrás del volante, el equilibrio es casi perfecto. Esto nos brinda un auto increíblemente dinámico y ágil, tan confiable que lo sientes casi como una extensión de tu cuerpo.